Siete años después de publicar mi última entrada de esta serie y diez desde que GNU/Linux me acompañe a diario, es el momento de dar un paso más.
Dicen que el tiempo pone las cosas en su sitio. Lo que no dicen es que ese mismo tiempo fue el que las sacó de donde reposaban. Yo sigo esperando a que cumpla lo prometido en el dicho; y no es por malmeter pero le está costando.