La llegada de los PCs supuso un empujón importante para PC-Mática, nos hizo entrar de lleno en el mundo empresarial. Hasta entonces, nuestros clientes eran los «jugones», los que veían la microinformática como una consola de juegos que, además, permitía hacer otras cosas.
Un PC era algo más. Los programas de gestión empezaron a proliferar: facturación, gestión de almacén, contabilidad, estadística, nóminas.
Todo el mundo conocía las hojas de cáculo Supercalc, Lotus 1-2-3; los procesadores de texto Wordstar, Wordperfect; en bases de datos no había duda: DBASE, el DBASE III+ se sigue usando en muchos sitios; ¡¡en mi trabajo sin ir más lejos!! (lo usa un compañero que se resiste al avance y que defiende lo de «si funciona, no lo toques»).
El software era caro pero a las empresas les compensaba la inversión, algunas se ahorraban el pagar a una asesoría, con sus propios medios gestionaban la empresa de manera eficiente y los datos estaban allí, actualizados al momento.