Aunque nunca dejé de seguir su evolución y siempre ha estado en una partición de mi disco duro, GNU/Linux no fue mi Sistema Operativo principal (de uso cotidiano) hasta octubre de 2006. Iba a daros razones que justificaran el porqué usaba otro Sistema Operativo pero, después de estar un buen rato pensándolo, no encuentro ninguna. Supongo que me dejé llevar por la corriente y no hubo nada que me exigiera hacer el cambio.
En 2004 me autodetecté un bug en mi cerebro que me hizo estar apartado de la informática. Durante los dos años que duró mi retiro voluntario me dediqué a la meditación transcendental y a la lectura. Esta última la tenía demasiado abandonada. Siempre he leído mucho pero, básicamente, me centraba en leer libros técnicos y dejaba para otra ocasión el resto de libros de mi biblioteca. Al final, la ocasión llegó forzada y una de las muchas cosas buenas que saqué de esa etapa de mi vida ha sido mi reecuentro con los «otros» libros.
Hoy casi todo el mundo ha oído hablar de Linux aunque pocos saben exactamente lo que es. Me alegraría saber que, después de leer esta entrada, habrá alguien más que no sólo sabrá qué es Linux sino que, además, se animará a probarlo.
Cualquier ordenador necesita un Sistema Operativo (S.O.) para funcionar. El S.O. es un conjunto de programas que hacen de intermediarios entre los recursos de la máquina (memoria, discos, periféricos, etc.) y los programas de usuario. El núcleo del S.O. se encarga de coordinar al resto de componentes y, por lo tanto, es una parte fundamental del mismo.
En 1983 el hacker Richard Matthew Stallman comenzó a crear un S.O. compatible con Unix al que llamó GNU (acrónimo recursivo que siginifica: GNU No es Unix). La motivación que le impulsó a hacerlo fue su idea de que el software debe ser libre, es decir, que cualquiera lo pueda ejecutar, copiar, distribuir, estudiar, cambiar y mejorar. 
Algunas de estas libertades exigen que se tenga acceso al código fuente. Esto no tiene nada que ver con el precio. El software libre se puede ofrecer gratis o venderlo como a uno le plazca, siempre que se respeten sus libertades. A principios de los 90 el S.O. se encontraba ya bastante desarrollado pero no se disponía aún del núcleo. El que empezó a desarrollar la comunidad del proyecto GNU, llamado Hurd, no estaba listo y en 1991, Linus Torvalds, un estudiante finlandés, tenía listo un núcleo (Linux) que había escrito, basado en Minix, y que convirtió en software libre en 1992. El proyecto GNU decidió usar este núcleo en su S.O. y así nació GNU/Linux.
A partir de entonces, GNU/Linux, no ha parado de crecer y de diversificarse. La comunidad de desarrolladores voluntarios se coordinaba a través de la red y el complejo engranaje que formaban funcionaba a la perfección. La tremenda sensación de libertad que subyace en el proyecto es lo que animaba a la gente a comprometerse con él y a dedicarle su tiempo libre. 
Por supuesto, aparecieron empresas que comercializaban GNU/Linux y le daban apoyo técnico. Mantener un proyecto tan grande necesita dinero y son muchas las empresas y personas independientes que contribuyen económicamente al desarrollo y evolución del software libre.
Debido a su historia, un S.O. creado y mantenido por hackers, y a la falta de marketing, por no disponer de una empresa que lo promocionara directamente, como ocurría con otros SS.OO., a GNU/Linux se le ha considerado siempre como el patito feo de los SS.OO. : «Si es gratis no debe ser muy bueno», «si no hay ningún responsable detrás, no lo voy a instalar en mi empresa», «si no es compatible con X me veré arrinconado», «yo no soy hacker, no lo voy a entender», «yo no soy programador, ¿para qué quiero el código fuente?». Frases como estas sólo demuestran desconocimiento. GNU/Linux se encuentra instalado en muchos sistemas, gran parte de la maquinaria que mueve la red de redes funciona con él y lo hace muy bien.
A este S.O. siempre se le ha reprochado la dificultad de uso y su falta de compatibilidad con el hardware. Lo primero no es cierto, simplemente las cosas se hacen de forma diferente y es cuestión de aprendizaje. El adaptarse a él no supone más esfuerzo que el hacerlo con cualquier otro. Lo segundo no depende del S.O. sino de los fabricantes de hardware. Si estos no desarrollan los controladores necesarios que gobiernan sus aparatos para este S.O., ni facilitan el acceso a las especificaciones técnicas para que otros lo hagan, la comunidad debe recurrir a la ingeniería inversa para obtenerlos y eso requiere más tiempo. Pero es sólo eso, cuestión de tiempo.
En octubre de 2006, después de haber probado muchas de las distribuciones existentes de GNU/Linux, a raiz de leer un artículo en un blog técnico, me llamó la atención una distribución que había aparecido en 2004 de la mano de Mark Shuttleworth (el segundo turista espacial del mundo): Ubuntu. Me llamó la atención porque estaba basada en Debian y, hasta entonces, la única que había probado con esa característica era la propia Debian. También lo hizo el hecho de que se habían esforzado en acercar este S.O. al gran público, facilitando la instalación, conviviendo perfectamente con otros SS.OO. que tuvieramos instalados, ofreciendo un Live-CD que permite probarlo en nuestro equipo sin tener que modificar nada de lo que tengamos en él y asegurando una gran compatibilidad con el hardware existente.
Decidí probarlo y desde esa fecha es el que uso en todos mis ordenadores de casa. En ningún momento he echado nada en falta ni he dejado de hacer nada de lo que hacía con otros SS.OO., al contrario, como informático que soy y que me siento, disfruto usándolo. Para mí el patito feo es un cisne que no deja de sorprenderme.
Creo firmemente en la filosofía del software libre y estoy convencido de que es el camino a seguir en el desarrollo de software porque su evolución está basada en la mejora continua sin que le influyan las prisas del mercado ni las estrategias empresariales.
Me declaro al margen de las constantes disputas que se generan por fanáticos que defienden un S.O. criticando al contrario, en la mayoría de los casos con argumentos pobres e indocumentados. Pero algunas veces no puedo evitar la réplica intentando conseguir que se entienda qué es lo que perseguimos: la libertad.
Si alguien se siente adoctrinado que vuelva a leer el texto y si así no se le pasa esa sensación le recomiendo que vea cualquier mitin político o religioso y esa gota de agua quedará disuelta en el mar.
Lo dicho. Me asombro a mí mismo leyendo entradas de informática de las que no entiendo nada y que me fascinan y dejan pendiente de la posterior.
Nada que objetar. Tú optas libremente por una solución: el software libre. Pero: ¿aceptas mi libertad, la de elegir no usar Linux (no como primer SO, en mi caso)? ¿Consideras que estoy en un error al usar, consciente, voluntaria y libremente, Windows?
Lo digo porque yo eso lo tengo clarísimo para ti, para mí, y para cualquiera. Linux (bueno, Ubuntu) es mi tercer sistema operativo, y por supuesto me parece estupendo que quien quiera use Linux, Mac OS o Windows. Sin problemas. Eso sí, siempre y cuando no intenten, como Stallman, darme lecciones sobre lo que es «bueno» y lo que es «malo». Ya soy mayorcito para que me digan no sólo que la religión es buena, sino incluso qué religión es la única verdadera, y cuál es la única opción correcta ética y moralmente. Tenga el cura barba o no la tenga… ;)
Faltaría más.
No puedo considerar que sea un error pero sí una mala elección. Pero es tu elección y si tú estás contento no hay más que hablar.
Léase Stallman o cualquier empresa haciendo una campaña publicitaria, o de marketing en general, que exalte las bondades de su producto.
Léase Stallman o cualquier empresa haciendo una campaña publicitaria, o de marketing en general, que exalte las bondades de su producto
Creo que confundes publicidad con religión. Cualquier empresa tiene derecho a promocionar sus productos diciendo que son los mejores, dentro de una economía de mercado. A lo que no tienen derecho ni empresas ni particulares -ni Papas ni obispos ni imanes ni rabinos- es a insultar o considerar «malo» a quien no les hace caso. Que Microsoft diga que Windows es el mejor es aceptable, como si Stallman sale con que Linux (perdón, GNU/Linux) es la rehostia. Pero ni los unos ni el otro tienen derecho a demonizar al contrario.
En el caso de Microsoft, su nivel de demonización de Linux llega hasta el punto -no más allá- en que, dentro del mercado de sistemas operativos, tienen que publicitar sus servidores frente a un competidor. Por lo tanto, contratarán consultores que hagan estudios sobre fiabilidad, estabilidad, escalabilidad, etcétera. Y les darán toda la publicidad que puedan, en defensa de sus intereses comerciales.
El caso de Stallman es diferente. Él, Dios, no necesita razones. Le basta con decir que Windows (o Mac OS) es una mierda, y que sólo los justos -los usuarios de software libre- están en posesión de la verdad, y, hala, «Stallman dixit, causa finita est», nada que objetar, el Oráculo ha hablado. Eso no es tecnología, ni es mercadotecnia. Eso es, simple y llanamente, una religión tan sectaria como cualquiera. Por eso no entiendo cómo los usuarios de software libre podéis seguir admirando a tipos como el barbas ese. Pero vosotros sabréis, que sobre gustos…
Yo no confundo publicidad con religión.
En mi entrada creo que no le he encendido ninguna vela a nadie ni he hecho ninguna misa negra (o blanca).
Hay mucha gente que defiende el software libre y que no comulga con Stallman (yo, por ejemplo).
Creo que el que se confunde podrías ser tú, al creer que se trata como una religión lo que es una defensa de unos principios muy claros. Pero bueno, eso ya lo discutes tú con Richard si eso.
Disculpa si ha parecido que te hablaba de la entrada. No me refería a ella en absoluto -de hecho me ha parecido estupenda, aunque no comparta la filosofía que la inspira-, sino específicamente a Stallman y su forma de satanizar a Windows, a Mac OS y a todo lo que no sea su software libre. Por otro lado, me alegro de que haya personas que, desde el mundo del software libre, no comulguen con iluminados como Stallman. Creo que es un gran principio para explicarnos a quienes no estamos por la labor, las bondades del otro lado: sin esa actitud stallmaniana de mirar por encima del hombro mientras escupes a tu interlocutor. De verdad -y sabes que es así- que me alegro :)
Algunas veces es difícil expresar algunas ideas, al menos para mí, dándoles la forma que necesitan para que sean entendidas como uno las siente. No pretendo ser objetivo porque de eso se trata, de intentar reflejar mi forma de ver las cosas, de intentar conseguir que se comprenda el porqué de mi elección.
Siempre respetaré a aquellos que se resisten al adoctrinamiento porque siempre he defendido la independencia de pensamiento.
Yo también me alegro de que nos entendamos y no esperaba que fuera de otra forma. ;)
¡Qué filosófico me ha quedado este comentario! Voy a hacérmelo mirar. :P
Buenas,
Respecto a la entrada -> amen.
Que bueno leer blog como este, comentarios tan personas que los que uno pueda sacar sus propias conclusiones. Poco a poco trato de amañarme a ubuntu y lo he ido logrando, si se siente extraño tener que hacer algunas cosas por consolas para hacer instalaciones o remover ciertas aplicaciones, pero como decia alguien aqui en uno de los comentarios, no es nada que con un poco de lectura se pueda superar, a los seres humanos siempre nos cuesta el cambio y por tal razon es que el ser humano es un animal de costumbres. A mi lo unico que no me deja dar el salto total a linux, sin dejar de usar windows en mi otra particion, es lo que ya se toco aqui, que muchos fabricantes no dan soporte a ciertos drivers y uno se corto con sus dispositivos hardwares, por lo menos en mi caso he buscao y rebuscao el driver de mi webcam y no lo he conseguido, asi que cuando no voy a usar la cam y hacer cosas triviales, uso ubuntu pa irme familiarizando cada dia mas, pero cuando ya requiero de algo que en ubuntu no tengo, me vuelvo a windows…Solo es cuestion de aprender mas…Pero de todas maneras me siento satisfecto con lo que obtenido de este sistema operativo..A todos muchas gracias por sus comentarios y me parece excelente compartir ideas como estas. Saludos desde Cartagena de Indias, Colombia
Me ha gustado mucho los articulos, una breve historia de informatica.